Desde el punto de vista bíblico, la mujer bendecida es aquella que vive de acuerdo con los principios de Dios y conforme a su voluntad. Es sabia porque edifica su casa, extiende su mano al pobre y alarga su mano al necesitado. Cuando una mujer dedica su vida al servicio del Señor, ella se convierte en una bendición, en alguien que marca la diferencia en la vida de su familia y en la de los demás.
La Biblia habla de mujeres temerosas de Dios que marcaron la diferencia en diferentes épocas, y todas ellas se caracterizaban por su constante fe. Esas mujeres se destacaron en un mundo dominado por los hombres, y demostraron que Dios usa a todos para cumplir sus propósitos, por ejemplo; Sara creyó a Dios, y con 90 años, vio consumado su fantasía de tener un hijo; Débora era una profetisa y jueza que lideraba a Israel cuando no había rey; Ella convocó el ejército y animó a los guerreros a derrotar a los tiranos. Bajo el liderazgo de Débora, Israel tuvo paz durante 40 años.
“Mujer virtuosa ¿Quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”
Proverbio 31:10