Jesus nos instruye en la mejor manera de orar:
- Que la motivación de nuestra oración no sea para agradar a otras personas, sino de tener una intimidad con tu Padre
- Que podamos abrir nuestros corazones en nuestra oración y entregarle a nuestro Padre todas nuestras inquietudes, nuestros temores, lo mas intimo de nosotros, y El que ve en lo secreto, nos recompensara en público.
- Que no hace falta vanas repeticiones, porque vuestro Padre sabe de qué tenéis necesidad.
- Que es muy importante perdonar a los hombres en la tierra, para que nuestro Padre también nos pueda perdonar nuestras ofensas.
9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. (Mat 6:9-13)