La mejor manera de vivir en el Señor es hacerlo en obediencia, pero no a lo que ven nuestros ojos sino a lo que es eterno, a las cosas de Dios, porque las cosas de Dios son para siempre pero lo que ven nuestros ojos son temporales.
Dios tiene grandes promesas para tu vida, tiene un propósito especial, así que caminar en obediencia a Él, te permite entrar rápidamente en ese propósito y esto se hace con fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios.
Lo más seguro es que el tentador te pondrá tropiezos para sacarte de tu propósito, pero si te enfocas en mantenerte en santidad, sentirás el respaldo de Dios en todo! “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—.
(Mateo 22:37)