Es digna de que todo cristiano no solo la sepa de memoria, palabra por palabra, sino también que se ocupe de ella como su pan cotidiano del alma…”
Martin Lutero
EPISTOLA A LOS ROMANOS
Propósito
El propósito principal de esta epístola de Pablo es enseñar, mostrar, explicar el significado y poder del evangelio, sustentado en la justicia de Dios y los deberes cristianos: ” porque es poder de Dios para todos los que creen” (Romanos 1:16).
Pablo se encontraba en la ciudad de Corinto, una ciudad invadida por la idolatría e inmoralidad sexual; cuando escribió la carta a los hermanos de Roma, a quienes nunca había visitado y deseaba hacerlo para exponer el mensaje central de la doctrina de Cristo (Romanos 1:10 – 12). La carta fue llevada y entregada por Febe, una diaconisa de la iglesia de Corinto (Romanos 16:1 y 2).
Cuando Pablo escribió la Carta a los Romanos, habían pasado mas de 25 años desde su conversión al cristianismo, ya en plena madurez espiritual en el ministerio del evangelio y caminando con el Señor.
En esta carta a los Romanos, Pablo da una presentación preliminar del contenido de su ministerio de enseñanza, y expone en los 16 capítulos una obra maestra del mensaje central del cristianismo y las buenas nuevas de salvación, la cual no es por obras, leyes o poder humano, sino por medio de la fe en Jesucristo.
¿Cómo podemos conocer el poder de Dios?
La respuesta esta en el evangelio de Cristo. Pablo dice que el evangelio es poder de Dios. Si queremos experimentar el poder de Dios en nuestra vida, si queremos predicar el poder de Dios, ¿Qué es lo básico y elemental que tenemos que hacer?. La respuesta es conocer el evangelio por medio del cual Dios manifiesta su poder. De allí la relevancia de aprender a profundizar y explicar el significado del evangelio. Lamentablemente, muchos de los que están en las iglesias, no conocen el evangelio; conocen sistemas, estructuras, tradiciones, liturgias, rituales, pero no han experimentado el poder del evangelio de Dios, por que no lo han entendido. Muchas iglesias se han desviado del objetivo del mensaje del evangelio de Jesucristo, y se enfocan más en lo superficial y material por encima de lo espiritual, centrando la atención sobre si mismos y no sobre las formas y el poder de Dios. Eso ha nublado la verdad del evangelio que transforma al hombre hasta partir el alma y convertir el corazón, desviándolo de su objetivo fundamental de la fe: el poder de Dios.
Conclusión
Conocer el evangelio de Cristo nos capacita para conocer la justicia de Dios, conocer su santidad, y esto nos expone ante el Dios Todopoderoso confesándonos y rindiéndonos ante El.